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Ya somos 40 seguidores. El blog ya tiene 40 + 7 seguidores. Es fantastico, nunca lo hubiera conseguido sin vosotros, y por eso os traigo un pequeño regalo y la primera parte del capitulo 2. Aviso, el capitulo 2 esta formado por dos partes porque es muy largo, y voy a subir la primera parte. Aqui teneis el regalo:

 Capitulo 2: Inconsciente (primera parte)

Me desperté en mi habitación. Un trapo mojado reposaba sobre mi cabeza. Tenia tres manta encima y estaba sudando como un cerdo. Ya no tenia frio pero me dolía todo. Con cuidado aparte las sabanas, me puse unas zapatillas y me fui al salón.  Encendí la televisión  y me recosté en el sofá. De repente, un sonido brusco  hizo que diera un respingo . Era el teléfono. Con un esfuerzo inhumano me levante. Mis músculos se tensaron provocándome un grito. Me retorcí de dolor. El teléfono seguía sonando al otro lado de la habitación, y me estaba poniendo de los nervios. Cada vez más deprisa, salte  sobre el auricular. Cuando lo cogí, me di cuenta de que ya habían colgado. Con un suspiro de exasperación, me fui a mi habitación. Al estar delante   me pare en seco. Los recuerdos de la pasada noche me invadieron. Me puse nerviosa. No podía entrar ahí, no después de lo que hice. Temblaba pero no era de frio, mi corazón latía a mil por hora, y mi respiración se hacia cada vez más pesada. Con un nudo de en el estomago, agarre el pomo . Antes de hacerlo girar me peine con las manos, parecía increíble que lo hubiera hecho. Cuando entre, mi vista se poso en la ventana, pero no había nadie. Un alivio repentino se apodero de mi, y con un suspiro me deje caer en la cama. Agarre mi MP3 y me puse los cascos. Rápidamente busque las canciones de Green Day, y me recosté en la pared. Cerré los ojos y poco a poco me fui quedando dormida. Pero no soñé, si no que solamente me dormí profundamente con la  melodía de los Green Day.

De repente, un sonido brusco quebró mi serenidad. Era el teléfono otra vez.  Todavía soñolienta me levante y fui a cogerlo .

• ¿Anna? - una voz extrañamente familiar sonó detrás de la línea telefónica- ¿Eres tu?

Di un respingo, era mi mejor amiga Lena. Me había llamado para preguntarme como estaba. Con una sonrisa en los labios, le conté de cabo a rabo la conversación con Erik. Sabia que Lena me daría la razón, lo que me llevo a contarle también el incidente del pijama. 

• ¿Cómo? Pero que hipócrita...Sera posible. - dijo ella indignada y ofendida a la vez cuando termine mi relato- a este tío lo que le hace falta son buenos modales.

Lena siempre se ponía de mi parte a menos que fuera algo muy grave y yo era culpable. Era una de las cosas que me gustaban de ella.

Estuvimos hablando media hora más y finalmente colgué  porque ya era demasiado tarde.

Hablar con Lena me había levantado el humor pero todavía me sentía abatida. Dispuesta a levantarme el animo encendí la tele. Con lo que ponían no había ni para empezar. Lo único  interesante era un episodio antiguo de "Friends" y un concurso de haber quien gana . Cada vez más deprimida cerré la televisión.  Me levante y me fui a la habitación, pero cuando entre… Al otro lado de la ventana  alguien me estaba mirando. Instintivamente me tire al suelo, jadeando. Era él. A gatas intente abrir la puerta para irme pero el pomo estaba demasiado alto. Dispuesta a no dejarme que me viera, me acerque al baño.  Cuando estuve fuera de su vista me levante y entre silenciosamente.  Cerré la puerta detrás de mi, resignada. La verdad es que tendría que afrontar la situación, ya que Erik se pasaría media vida  ahí delante. El problema es que me daba corte, muchísimo. Con suerte todo eso solo seria una horrible pesadilla. 

Me puse delante del espejo y me examine detenidamente. Tenia unas marcadas  ojeras, y tenia la tez palidísima.  El cabello se había ido encrespando dejándome como si me hubieran electrocutado.  Así que decidí darme una buena ducha. Seguidamente abrí el grifo de la bañera y me desnude.

 Cuando  acabe me volví a poner el pijama. Iba a salir del baño cuando un sonido proveniente  de la cocina me hizo parar en seco. Alguien había entrado, y no era mi madre.