Una nueva imagen

Hola, os traigo la segunda parte del capitulo dos pero antes me gustaria comentar, que si os habeis fijado (para no hacerlo ¬ ¬) he cambiado de fondo y de todo un poco. A mi me gusta, pero me gustaria saber vuestra opinion. Ire cambiando de vez en cuando para no aburrirme del tema, asi que si no os gusta no os preocupeis habra más. Bueno más adelante pondre una votación haber que os parece, y sobretodo si hay algun problema o algo dejad un comentario y en cuanto pueda lo respondere.
Espero que os guste:

Capitulo 2: Inconsciente ( segunda parte)

Agarre el frio pomo de la puerta y salí. Empeze a buscar un escondrijo donde pudiera estar lejos de las miradas  pero las espectativas  no eran muy prometedoras. Los unicos lugares eran el armario y debajo de la cama pero ninguno me parecia viable. De repente mi mirada se poso en la ventana. Erik estaba ahí, con el ordenador, aunque no parecia muy atento. Corri el cristal y empeze a hacerle señas con los brazos.. Pero nada. Entonces tuve una idea. Me quite la horquilla del pelo y con  fuerza la hize rebotar sobre su ventana.  Erik se sobresalto y al ver que era yo dio un respingo. Eso me hizo sonreir pero no podia permitirme ese tipo de mendeces en esos momentos asi que le indique que abriera la ventana. Y lo hizo para mi sorpresa.

• Alguien a entrado, tienes que ayudarme. - murmure yo, lo suficientemente alto para que me oyera.- por favor llama a la policia !!!- Entonces como si le hubieran dado una patada en el culo, se dio cuenta de que no estaba bromeando  cogio el telefono  y empezo a marcar.
• Escondete, rapido! Espero que no tarden mucho.- Respondio él.

Entonces oi unos pasos.  Mierda, se estaba acercando. Y con el poco tiempo que me quedaba me escondi debajo de la cama.  Los pasos cada vez se oian más y más cerca.  Entonces mi escondite se hizo claustrofobico. Empeze a jadear, y me angustie. MIs ojos ardian ya fuera por los nervios o simplemente por la claustrofobia. Una lagrima corrio por mi mejilla, aterrizando suavemente en el suelo.

Para paliar el miedo, cerre los ojos, y empeze a pensar en sitios en los que queria estar. Por ejemplo en la playa.

Eso funciono pero no era suficiente, seguia terriblemente nerviosa.  No sabia cuanto tiempo podria aguantar, asi que pare atencion deseando que el ladron se hubiera ido. Los pasos ya no se oian pero si algunos golpes. Y esos golpes eran muy pero que muy cerca. Entonces poco a poco los golpes cesaron y los pasos se alejaron. Me alivie. Todavia estaba asustada pero me permiti un suspiro. Con suerte solo robaria algunas cosas y se iria.

De repente, se oyeron unas sirenas. Eran muy lejanas pero yo las sentia muy cerca. Nunca pense que me alegraría tanto de oír a la policia. Poco a poco, a medida que se acercaban las sirenas me tranquilize y eche un vistazo a mi habitación. A simple vista no faltaba nada, pero sabia que no podia haberse ido sin nada. Algunos cajones estaban abiertos y desordenados. Habia rebuscado mucho. Pero la gran pregunta era...¿ por que?

Cuando consegui levantarme la policia ya habia conseguido reventar la puerta. Con lagrimas en los ojos corri hacia el salon. Y… ahí estaban, el sargento de policia un tal señor James, y algunos agentes más. Casi sin poder remediarlo me tire encima de uno de los policias y me eche a llorar. De alegria, claro. Erik me habia hecho caso y les habia llamado.

Me hicieron salir, luego cuando estaba fuera, me trajeron una manta. Todavia temblaba, y estaba en estado de shok pero lo peor ya habia pasado.  Al cabo de un cuarto de hora vino un inspector para hacerme unas cuantas preguntas. Era alto, fuerte y de cara rubicunda. Llevaba unas patillas totalmente pasadas de moda, y el tipico uniforme policial. El pelo era rizado, y muy rebelde. Seguramente se pasaba años para peinarselo.

Las preguntas fueron muy rapidas ya que yo no podia responderlas. Eran de estilo: como era el ladron, que habia robado… Y cuando termino estaba todavia más confuso de cuanto empezo. Eso si que era para partirse.  En fin, que cuando termino, dos segundos más tarde aparecio mi madre. Estaba roja como un tomate, pero al verme se le ilumino la cara. Seguramente se habia llevado un buen susto, y es que los de la policia seguramente la hubiesen llamado.

• Cariño, por dios que susto me has dado.- dijo ella sollozando- ay dios santo, como me haces sufrir.
• Mama… estoy bien de verdad, no me ha pasado nada.

• Ya bueno pero es que…

Ya no pare atención,  su conversación no me interesaba. Pero, al volverme, me quede de piedra. Solo unos metros de donde estaba yo, se encontraba un chico. Y ese chico era… Erik. Solo fueron unos segundos porque luego se "esfumo" pero supe que era él. Y con eso me basto. Me quite la manta de encima con un movimiento y me dirigi al lugar donde habia estado. Mi madre seguia gritando detrás de mi pero yo no le hacia el menor caso. Tenia que encontrarlo.